Sazonadores para snacks Muñoz y Pujante: El picoteo definitivo

A lo largo de la historia de la humanidad, todas las civilizaciones han buscado, de forma intencionada, la manera de añadir sabor a preparaciones culinarias de toda índole, incluyendo aquellas cuya función era conservadora y extensora de vida útil y que, como consecuencia, aportaban matices peculiares a los alimentos, como el ahumado o el escabeche de vinagre.

Parece algo innato a nuestra especie, el buscar esa complejidad gustativa a base de semillas, flores, raíces, brotes, bayas, tallos, hojas o cortezas. Tanto es así, que las especias han formado parte integrante de rituales, celebraciones, compuestos medicinales, perfumes y hasta moneda de cambio.

¿Qué dice la normativa sobre los sazonadores?

A la vuelta de las décadas, y de forma análoga al resto de ingredientes extraídos de forma directa de la naturaleza, ha recaído sobre las especias una normativa específica, que regula su obtención, usos y transformación, bajo las directrices que garantizan la calidad y la seguridad alimentaria, tanto para su consumo directo como para su posterior incorporación en procesos de fabricación.

De entre las clasificaciones de las especias y grupos de especias, hoy destacamos los sazonadores: aquellas mezclas de especias (y la adición a las mismas de sustancias autorizadas) que, de acuerdo al Artículo 6 del Real Decreto 2242/1984, de 26 de septiembre, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-Sanitaria para la elaboración, circulación y comercio de condimentos y especias, reúnen las características oportunas para el fin al que se destinan, convirtiéndose en condimentos preparados para un uso en particular.

A este efecto, la industria alimentaria ha recogido el testigo de una demanda cada vez más creciente: el snacking, o lo que es lo mismo, el picoteo puntual de productos alimentarios ligeros, saciantes y cada día más saludables, que solventen la necesidad de ingerir pequeñas porciones entre comidas, bien por puro placer, bien para sostener la ingesta durante toda la jornada.

A esta tendencia se suma también la aclamada apetencia por parte de los consumidores, de sabores novedosos e impactantes, que recuerden a lugares exóticos o nos traigan al presente los recuerdos de la infancia.

Con éste cocktail de razones, en Muñoz y Pujante estamos altamente satisfechos de los desarrollos que se han llevado a cabo en esta línea, y que nuestro equipo de I+D ha sabido poner en valor, haciendo que a día de hoy, sean muchos los clientes que apuestan por nuestras exquisitas combinaciones de sabores para dosificar en snacks.

Atendiendo a la matriz que será receptora de la saborización (que puede ser snack extrusionado de maíz, fécula de patata, hortalizas deshidratadas, horneadas o harina de legumbres, entre otras bases), los sazonadores industriales Muñoz y Pujante, concebidos con especias seleccionadas, nos permiten garantizar una uniformidad en notas de sabor, pungencia, salinidad y color.

Esta uniformidad es la que posibilita la fabricación de aperitivos controlando la estabilidad de aquellas propiedades sensoriales esperables en productos de esta categoría, así como su adaptación a las diferentes formas de dosificación industrial: bombo dosificador o sprayado de la solución saborizante.

los sazonadores de muñoz y pujante

Sazonadores Muñoz y Pujante

Nuestros sazonadores presentan una granulometría especial que favorece la adsorción en la superficie de la matriz, evitando aglomeraciones y apelmazamientos en el proceso de dosificación.

Además, las ventajas en la manufactura no están solo en las cualidades tecnológicas del sazonador, sino en el ahorro de costes que supone la adición controlada de un producto que multiplica el sabor con un alto rendimiento, y la disminución de los márgenes de error en la operativa de la preparación previa de los saborizantes.

Tipos de sazonadores

Desde los clásicos sazonadores sabor: Jamón y Queso, Hierbas Provenzales o deliciosas Setas, hasta las combinaciones más singulares: sazonador Fajita Mexicana Dulce o Crema Italiana con toque de nata.

Las posibilidades son casi infinitas, y la metodología de trabajo implantada en Muñoz y Pujante, deja fuera todas las limitaciones, para transferir conceptos puramente gastronómicos hasta la línea de producción, y transportar así al cliente final en cada bocado, de la mano de la más cuidada calidad y el cariño que nos caracteriza.

 

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