Seguramente no te has preguntado como llegó el congelador a tu casa y por qué todos disponemos de uno en nuestra cocina. La historia de la congelación viene de hace no hace tantos años y se ha convertido sin darnos cuenta en un imprescindible en nuestra vida.
Es divertido pensar cuales serían los platos congelados que una aerolínea americana sirvió allá por 1945 o cuales serían las necesidades que se buscaba cubrir cuando comenzaron a crearse las primeras fábricas de congelación.
Sin duda la gran baza de la congelación es la conservación a largo plazo de los productos, esta ha sido una de las técnicas más importantes debido al mantenimiento de las propiedades de los alimentos.
La historia de la congelación ha estado unida a productos muy perecederos debido a su clara necesidad de mantenimiento, el pescado es el más conocido y de hecho la historia del congelado en España está vinculado a los primeros buques congeladores que llegaron en los años 60 a Galicia.
Poder pescar en altamar, ir a caladeros a miles de kilómetros y mantener las capturas en correctas condiciones es impensable hoy en día si no se dispone de sistemas de ultracongelación en el barco, sistemas que han dado lugar a cambios muy importantes en la disponibilidad que tenemos hoy en día de consumo de pescado.
Hay otros productos frescos como la carne y las verduras que también utilizan esta técnica de como una vía de conservación interesante.
Destacamos la verdura puesto que no se ha conseguido obtener mediante la conserva o el vacío las propiedades intactas del producto fresco una vez descongelado. La carne sin embargo ha buscado vías alternativas a través del envasado al vacío o los elaborados, aunque hablamos oír de congelación para carnes en exportación, hostelería y catering.
La fabricación, mantenimiento y transporte de productos congelados debe mantener unas condiciones muy estrictas de trabajo, hacerlo bien depende de mantener el correcto manipulado en estas temperaturas.
La fabricación en túneles de congelación dispone a los productos a condiciones muy extremas y para que no haya daños en sus estructuras ha de hacerse de forma lo mas rápida posible, de forma que la cristalización del agua no dañe las estructuras internas.
El mantenimiento y transporte son básicos para conservar las condiciones y no producir roturas de la cadena de frío que podrán dar lugar a pérdidas de la seguridad del producto.
Hay que tener en cuenta también como trasladar esta información al consumidor para que conozca como debe guardar y consumir el producto, la descongelación siempre debe ser lenta para conseguir que la regeneración del agua sea interna y no tengamos una pérdida de humedad en forma de agua sobrenadante.
Muchas son las ventajas que nos aportan los productos congelados, tanto a la hora de trabajar con ellos como cuando los consumimos en casa, entre ellas destacamos:
- Reducción del desperdicio. Usar productos congelados o congelar las sobras hace que no tiremos alimentos.
- Amplia variedad de todo tipo de productos, pescados, mariscos, verduras y frutas.
- Variabilidad y disponibilidad. Podemos tener productos de cualquier parte del mundo en temporadas diferentes a las de su cosecha.
- Comodidad. Los formatos los decidimos nosotros y podemos usar todo o parte del envase.
Últimamente nos encontramos con mucha más disparidad de productos congelados en los lineales de los supermercados, tenemos por supuesto los helados y postres congelados, una gama que no para de crecer y que vive en los lineales más fríos ya no solo en las épocas más calurosas del año.
Hay otros alimentos que han parecido más recientemente como las frutas o pulpas de frutas que suelen usarse para smoothies o postres, o el pan, un producto que antes no se tenía en cuenta y que ahora se usa mucho por su fácil regeneración en horno.
Aunque la gama por excelencia es la de productos elaborados y productos precocinados.
Los platos preparados y precocinados congelados son para muchos hogares un aliado perfecto para hacer cenas ricas y rápidas o para tener aperitivos disponibles para ocasiones imprevistas.
Este tipo de productos ofrece mucha versatilidad y se utiliza en restauración para mejorar tiempos de elaboración y costes optimizando los ajustes de raciones para evitar perder producto. Es por tanto una gran baza para los restaurantes y las cadenas de comidas donde son base de las preparaciones, sofritos, caldos, patatas pre-fritas, verduras precocidas, carnes preparadas, etc.
Durante un tiempo a los productos precocinados no tuvieron buena fama, se les consideraba productos insanos por estar directamente relacionados con la rapidez y no con la calidad. Ahora sin embargo la oferta de productos que se desarrollan para la línea de congelados es mucho más variada y encontramos elaboraciones muy interesantes por su combinación de ingredientes y sus sabores muy en línea con las tendencias.
Las croquetas, pizzas, lasañas, Nuggets y empanadillas son los reyes de los entrantes mas conservadores que comparten espacio con las gyozzas, tequeños, rollitos, tempuras, pan bao y salteados.
Estos alimentos tienen un lugar en las nuevas tendencias de consumo como productos de conveniencia, los hábitos de vida, la falta de tiempo y la incomodidad para la preparación de determinados alimentos ha dado lugar a que la población demande productos listos para su consumo de una manera sencilla y cómoda y que sean nutritivos, sin tener que recurrir a la comida rápida, que no dispone de muchas posibilidades de elección.
Son especialmente útiles en los hogares en los que todos los adultos trabajan fuera de casa y que llegan, al final del día, sin ganas de cocinar, pero que al mismo tiempo desean la tranquilidad y la comodidad de comer en casa.
El último informe de consumo alimentario en España del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) no arroja datos interesantes de cómo se mueven las distribuciones por tipo de platos preparados en función de la matriz que tiene.
El segmento de pescado es quien tiene una mayor concentración con un valor del 39,3 % y los platos preparados congelados de carne también mantienen una proporción importante con un valor de 22,9 %.
Informe de consumo alimentario España 2021. MAPA
Los platos preparados congelados vegetales mantienen la tercera posición dentro del segmento congelado, representando el 14,8 % del gasto. Por su parte, los platos congelados de pasta mantienen una proporción menor del 12,7 % con respecto a 2020, ambas con inercia decreciente en ambos parámetros de estudio.
Los últimos datos disponibles encontrados nos muestran que dentro del segmento de los platos preparados los refrigerados registraron peores resultados que los congelados en los últimos años teniendo una cuota del 36,5% del mercado de este tipo de productos.
Aunque el mercado de alimentos de conveniencia, listos para su consumo con una mínima preparación, es un mercado indudablemente en expansión, el consumo de platos preparados en los hogares españoles todavía tiene mucha capacidad de expansión frente a otros países.
España es un país con una base gastronómica todavía tradicional comparada con la de otros países europeos y esto se refleja en que en este tipo de elaboraciones las opciones son todavía muy limitadas.
En realidad, estos productos son prácticamente nuevos en nuestro mercado, aunque llevan muchos años consumiéndose en otros como Gran Bretaña, Francia o USA.
La oportunidad de innovar y crear gamas interesantes que apoyen el consumo de productos sostenibles y saludables es una gran tendencia que se posiciona también en los productos congelados por su comodidad y su precio.
Maria J. Herrero