Qué son los cultivos verticales

La agricultura vertical o vertical farm es un término que últimamente oímos en todas las conferencias, mesas redondas, congresos y artículos de foodtech debido al auge de startups tecnológicas que apuestan por acercarnos este tipo de producto a nuestro consumo diario, sobre todo en núcleos urbanos.

El desarrollo de este tipo de producción ha crecido exponencialmente en los últimos años generando más de mil millones recaudados en 2021 y se calcula que se duplicarán las inversiones hasta 1,5 millones de dólares en 2030.

Hay muchas empresas que han creado estructuras de “granjas” verticales y están trabajando para su expansión y crecimiento, podemos destacar varias siendo la pionera Infarm con sede en Ámsterdam que dispone de más de 572 granjas alrededor del mundo cultivando más de 200 variedades de especies de hoja verde.

En EEUU hay varios players que compiten entre sí invirtiendo en investigación y adoptando nuevas técnicas para captar el mercado, entre ellos destacan Aero, plenty Unlimited , Bowery Farming, Green Spirit y Altius.

En Asia se aprecia un gran movimiento en China que lógicamente no podía quedarse atrás y apuesta por construir torres de oficinas donde se producirán suficientes cultivos para alimentar a miles de personas al año.

¿Qué es la agricultura vertical?

Como su propio nombre indica se trata de un tipo de agricultura, pero con grandes diferencias, la más destacada es que elimina la tierra de la ecuación y crea un concepto nuevo basado en la hidroponía o en la aeroponía como medio de crecimiento y en el control de las condiciones de todos los parámetros que necesita la planta con tecnología avanzada.

El cultivo sin tierra genera un cambio radical en la forma de cultivar y sobre todo en la capacidad de cultivar en cualquier lugar que se acondicione con la tecnología necesaria.

Podemos decir entonces que la agricultura vertical se caracteriza por estos 3 factores:

  1. Sin suelo (no se usa tierra para el cultivo).
  2. Tecnología y monitorización altamente especializada para cada especie vegetal.
  3. Ubicaciones diferentes, se pueden adaptar a cualquier espacio (contenedores, invernaderos, hangares, edificios o los propios supermercados).

Entre sus ventajas principalmente destaca el hecho de no necesitar una parcela de tierra ni una ubicación concreta en un país, región o localidad, desaparece el concepto de estacionalidad y de origen.

Otro hecho importante es que se optimiza el uso del agua aportando una tecnología que recircula cada gota para su aprovechamiento y su eficiencia.

Además, el crear estos espacios en las ciudades generará un acercamiento a los puntos de consumo, en algunos casos ya se ha probado al cultivo en el propio supermercado, siendo esto un gran avance para la reducción de la huella de carbono por no necesitar el transporte o reducirlo drásticamente.

Pero si algo hay que destacar en la agricultura vertical es el uso de las tecnologías más innovadoras combinadas. La monitorización con sensores ultra especializados, la inteligencia artificial y el big data generan una capacidad infinita para controlar al milímetro los parámetros de un cultivo.

Pasamos de depender de fertilizantes, plaguicidas, mano de obra, condiciones meteorológicas o fenómenos naturales a depender de sistemas especializados en parametrizar las condiciones y en aprovechar los recursos.

¿Cuál es el origen de la agricultura vertical?

Encontramos que el origen de este tipo de agricultura venía dada por las investigaciones que durante el siglo XX se llevaron a cabo para el desarrollo y mejora del cultivo en invernaderos y que el cambio de concepto se realizó cuando los científicos estudiaron la forma de adaptar el entorno a las plantas en vez de las plantas al entorno apareciendo el término de (CEA) agricultura de entorno controlado.

Buceando en el origen de este término nos encontramos varias referencias importantes, la primera es el libro que en 1915 publicó Gilbert Ellis Balley llamado “agricultura vertical” un recorrido pormenorizado de todos y cada uno de los requisitos, fundamentos y necesidades que tiene una planta para crecer que serán la base de los estudios posteriores.

Otra referencia importante descrita en infinidad de medios de comunicación es la relación existente entre agricultura y cultivos verticales, un concepto de ciudad sostenible donde el crecimiento de especies vegetales tanto decorativas como aprovechables para alimentarnos se define cubriendo rascacielos y áticos generando un aprovechamiento de espacios a la vez que se acerca el cultivo vegetal a la ciudad.

Estos dos conceptos se unen a la teoría desarrollada por Dickson Despommier en 1999 en la Universidad de Columbia y que seguramente es el origen más claro de las razones por las que la agricultura vertical se está desarrollando, la sostenibilidad asociada a esta nueva idea de desarrollo agrícola.

¿Es la agricultura vertical la alternativa a la actual?

Por razones obvias la causa más poderosa para el desarrollo de esta forma diferente de cultivar viene dada por la necesidad de buscar alternativas que satisfagan una manera sostenible y reproducible que generen mayor productividad con mayor eficiencia y menos impacto en los recursos.

Los más cercanos a este tipo de producción abanderan el cambio afirmando que tiene grandes ventajas si lo enfrentamos a la agricultura extensiva.

Imagen Web Aerofarm impact 

Entre los diferentes estudios y datos recabados nos llevan a que entre otras es una solución para aumentar la productividad de las tierras de cultivo, si disponemos de edificios donde los cultivos se apilan ampliamos las opciones de cultivo multiplicándolas.

No necesitamos un lugar determinado ni unas condiciones especiales para cultivar, esto elimina las tensiones políticas y geográficas por un tipo de cultivo, si esto es así podríamos decir que se acabaría los flujos de mercancías por alimentos vegetales y también la estacionalidad de los productos.

La reducción del uso del agua, este bien escaso es sin duda uno de los factores determinantes para la tecnificación de la agricultura mejorando los sistemas de riego y es en este caso una muy buena ventaja puesto que aseguran que se utiliza un 95% menos de agua que en un cultivo estándar.

La eliminación de los pesticidas, cultivar en espacios cerrados y condiciones controladas permite que la planta tenga lo que necesita en cada momento, pero también es una gran ventaja que no haya plagas que interrumpan su crecimiento eliminando así la necesidad de controlar esto con fitosanitarios, evitando el impacto que esto genera en el entorno.

Es además una revolución poder conseguir alimentos cerca del lugar de consumo evitando complejas cadenas de suministro que recorren miles de millas para abastecer todos los puntos de consumo con las demandas de productos vegetales.

Aunque parece que todo son ventajas hay también detractores de esta nueva forma de cultivar puesto que aleja a las poblaciones rurales de su forma de subsistencia y necesita además grandes cantidades de energía para producir grandes cultivos.

La agricultura es un sistema que nos ha abastecido durante miles de años y que está modernizando para pasar a un cambio donde se eviten los efectos nocivos y se potencien los cultivos más tecnificados y eficientes, dentro de este modelo de evolución la agricultura vertical aparece para solucionar y dar opciones diferentes. 

Veremos la evolución y la integración de estos modelos dentro de los sistemas de abastecimiento en los próximos años y podremos evaluar si su eficiencia aporta un valor en la búsqueda frenética de una alimentación más sostenible para todos.

Maria J. Herrero.

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