Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. – Cumbre Mundial sobre la Alimentación (1996).
Acceder a alimentos seguros se ha convertido en algo que pasa desapercibido en el sistema alimentario de los países desarrollados.
La seguridad alimentaria se da por hecho y cuando aparece alguna noticia de una alerta alimentaria o una retirada de productos lo vemos como algo extraño y poco común.
No ocurre lo mismo en los países en vías de desarrollo donde la población ha de acceder a los alimentos para sobrevivir y esto afecta más a la garantía del suministro que a la seguridad del producto en sí.
La definición de la FAO-Seguridad alimentaria plantea cuatro dimensiones principales de la seguridad alimentaria que podríamos plantear como:
- Garantizar la disponibilidad de los alimentos para todos, generar políticas de producción y de gestión de alimentos para que los países que lo necesiten puedan acceder a una oferta de alimentos adecuada.
- Acceso a alimentos en todos los hogares evaluando las políticas sociales para la población más necesitada.
- Estabilidad del suministro de forma periódica incluyendo aquí todos los posibles factores que puedan influir en la escasez del suministro como las condiciones climáticas adversas, inestabilidad política, factores económicos o los aumentos de los precios de los alimentos.
- La seguridad, calidad y nutrición de los alimentos que se obtiene como resultado de las correctas prácticas higiénicas de producción y consumo, el cuidado de la dieta y de la distribución de los alimentos en los hogares.
Por tanto, hablar de seguridad alimentaria está relacionado con la lucha contra el hambre y la desigualdad social en unos países y con la ciencia y tecnología de alimentos en otros.
En el último punto es donde dedicamos el esfuerzo los que trabajamos en la industria alimentaria para hacer llegar estos alimentos en perfecto estado de calidad y seguridad para su consumo.
Para ello existen una serie de normas alimentarias denominadas el Codex Alimentarius generado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la (FAO) donde podemos encontrar medidas orientativas a nivel internacional para proteger la salud de los usuarios.
En estas directrices y normas se establecen una serie de requisitos para garantizar que el producto esté sano, no adulterado y bien etiquetado. A su vez tiene la intención de facilitar el comercio mundial de alimentos.
¿Siempre han sido seguros los alimentos?
Durante años hemos accedido a los alimentos disponibles de la naturaleza y el hombre ha ido diseñando sistemas de cocinado y posteriormente de conservación para mantener durante más tiempo los alimentos de una forma segura.
Muchos de los avances que se han ido dando han sido mejorados en el tiempo y adaptados a líneas industriales que hacen los procesos de producción y conservación más eficientes y más seguros para el consumidor.
La historia de la fabricación de alimentos pone en evidencia los avances que se han realizado en los campos de la investigación y legislación para mantener estándares altos de cumplimiento una vez que se entendía las necesidades para mantener a salvo a la población.
Si quieres saber más sobre procesos de conservación de alimentos puedes encontrarlo aquí.
Entre los métodos de conservación más importantes se destaca la refrigeración y la esterilización como inventos que nos han permitido alimentarnos de forma más segura y ampliar nuestra dieta alargando la vida de los alimentos más perecederos gracias a la eliminación o ralentización de los microorganismos responsables del deterioro de los productos.
Y siendo el proceso tecnológico muy importante también lo es la higiene en la producción de los alimentos y durante su consumo.
Para controlar en fábrica la higiene y el procesado de los productos se trabaja con sistemas de aseguramiento y planes de higiene donde se controla en tiempo real cada producción, producto, línea y personal en función de un plan diseñado de forma individual a cada empresa.
El plan de autocontrol es el sistema más común y de obligado cumplimiento en Europa que contempla todas las medidas necesarias para que nuestros productos alimentarios sean seguros en su consumo.
Las empresas alimentarias europeas son legalmente responsables de la seguridad de los alimentos que producen, transportan, almacenan o venden.
La normativa exige que desarrollen procedimientos con un enfoque preventivo, identificando y controlando los riesgos antes de que estos pongan en juego la seguridad de los alimentos, evitando así la aparición de enfermedades en el consumidor.
A esto debemos añadirle una adecuada formación a los consumidores para que no descuiden las medidas de conservación y de higiene durante el consumo de los alimentos en sus casas.
María J. Herrero Salas.